Resumen del libro "La verdad acerca de la
industria farmacéutica. Cómo nos engañan y qué hacer al respecto", de
Marcia Angell
INTRODUCCIÓN:
LOS MEDICAMENTOS SON DIFERENTES.
En la publicidad de los medicamentos se
transmiten las siguientes ideas:
1. Si
los medicamentos son caros, es porque son valiosos para la salud.
2. Si
los medicamentos son caros, es porque las compañías invierten mucho dinero en
investigación y desarrollo.
3. La
investigación de las compañías farmacéuticas produce medicamentos innovadores
que alargan la vida, mejoran la calidad de vida y evitan que la atención médica
sea más costosa.
4. Todo
esto es posible gracias al sistema de libre empresa bajo el que operan las
compañías farmacéuticas.
LA BOLSA O LA VIDA.
Los estadounidenses gastan $200.000 millones al
año (cifras 2006)
La cifra crece al 12% por año (en 1.999 creció
al 18%)
Los medicamentos es el rubro que más sube en la
asistencia sanitaria.
Esto revela que:
1. La
gente consume más medicamentos que antes.
2. Los
medicamentos que se consumen son los nuevos y más caros en lugar de los viejos
más baratos.
3. Los
precios de los que más se recetan se ven sometidos a alzas rutinarias varias
veces por año.
RETÓRICA VERSUS REALIDAD.
1. La
investigación y desarrollo es una parte relativamente pequeña de los
presupuestos de las grandes compañías farmacéuticas: 1) La I&D es
mucho menos que lo que gastan en comercialización y administración y
mucho menos que sus ganancias. 2) Durante dos décadas seguidas, la industria
farmacéutica fue la más lucrativa de EEUU. Sólo en 2003 quedó en tercer lugar,
detrás de “minería, petróleo crudo y banca comercial”. 3) Los precios que
cobran las compañías farmacéuticas no guardan relación con los costos de
fabricación y podrían rebajarse dramáticamente sin poner en peligro la I&D
2. La
industria farmacéutica no es innovadora: 1) Sólo unas pocas drogas
importantes han aparecido en el mercado en años recientes y estas provenían en
su mayoría de investigaciones realizadas en instituciones académicas, pequeñas
compañías biotécnicas o Institutos Nacionales de Salud y fueron costeadas con
fondos públicos. 2) La gran mayoría de nuevas drogas no son nuevas, sino
simples variantes de viejas drogas y presentes en el mercado o lo que se conoce
como medicamentos “yo también” (Me too drugs). Por ejemplo las 6 estatinas para
bajar el colesterol (Mevacor, Lipitor, Zocor, Pravachol, Lescol y Crestor) y
todas son variantes del primero. En palabras de la Dra. Sharon Levine
(Directora Ejecutiva Asociada del Grupo Médico Permanente Kaiser) “Si soy una
fabricante y puedo cambiar una molécula, obtener otros veinte años de derechos
de patente y convencer a los médicos de que prescriban y a los consumidores de
que exijan la nueva presentación de Prilosec o del Prozac semanal en lugar del
Prozac diario, justo cuando vence mi patente, ¿entonces por qué voy a gastar
dinero en investigaciones menos seguras, como la búsqueda de nuevas drogas?”
3. La
industria farmacéutica no funciona bajo esquemas de libre empresa: 1)
Es libre para decidir qué drogas va a desarrollar (me too drugs en lugar de innovadores,
p.ej) y es libre para fijar los precios más altos que le permita el comercio,
pero en realidad depende absolutamente de los monopolios otorgados por el
gobierno, tales como patentes y derechos exclusivos de comercialización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario